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¿Por qué tu empresa necesita un Delegado de Protección de Datos Personales?

Los datos personales se han convertido en uno de los activos más valiosos (y vulnerables) de cualquier organización, contar con un Delegado de Protección de Datos Personales (DPD) es una obligación legal en muchos casos.

Con la reciente publicación del Reglamento del Delegado de Protección de Datos Personales por parte de la Superintendencia de Protección de Datos Personales del Ecuador (SPDP), las reglas del juego han quedado claramente definidas.

En este artículo ofreceré un análisis exhaustivo del nuevo reglamento, explicar el rol del DPD, detallar los requisitos para su contratación, sus funciones y limitaciones, y destacar su importancia estratégica para el cumplimiento normativo, la innovación tecnológica y la seguridad de la información.

¿Qué es un Delegado de Protección de Datos Personales?

El Delegado de Protección de Datos Personales (DPD o DPO por sus siglas en inglés) es una figura técnica y autónoma encargada de supervisar y asesorar sobre el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPDP) y su reglamento (RGLOPDP) dentro de una organización.

En el caso ecuatoriano, este rol ha sido normado recientemente por la SPDP mediante resolución firmada el 30 de julio de 2025, estableciendo obligaciones específicas tanto para entidades públicas como privadas.

¿Por qué es importante contar con un DPD y cómo se puede contratar?

Importancia estratégica

Un DPD no solo es un requisito legal en ciertos sectores. Su presencia aporta:

  • Cumplimiento normativo: ayuda a evitar sanciones por incumplimiento de la LOPDP.
  • Confianza institucional: promueve prácticas responsables en el tratamiento de datos.
  • Reducción de riesgos: identifica vulnerabilidades en los procesos que involucran datos personales.
  • Valor competitivo: demuestra compromiso con la privacidad y la seguridad ante clientes y aliados.

Modalidades de contratación

La normativa permite que los DPD sean contratados de las siguientes formas:

  • Internamente, bajo relación de dependencia, siempre que se garantice su independencia e imparcialidad.
  • Externamente, mediante contratos de prestación de servicios técnicos especializados.
  • A través de personas jurídicas, como firmas consultoras o especialistas en protección de datos.

¿Qué requisitos debe cumplir un Delegado de Protección de Datos?

El nuevo reglamento establece que el DPD deberá cumplir los requisitos contemplados en el RGLOPDP, y a partir del 1 de enero de 2029, haber aprobado un programa profesionalizante oficializado por la SPDP.

Además, debe:

  • Poseer formación y experiencia demostrada en protección de datos, ciberseguridad o derecho digital.
  • Contar con autonomía técnica y operativa.
  • No tener conflictos de interés con otras funciones dentro de la organización

Obligaciones, responsabilidades y prohibiciones del Delegado

Funciones clave del DPD:

  • Asesorar y supervisar el cumplimiento normativo en la organización.
  • Apoyar en la gestión de riesgos y evaluación de impacto.
  • Asistir en la gestión de brechas de seguridad y notificaciones a la SPDP.
  • Revisar los Registros de Actividades de Tratamiento.
  • Acompañar los procedimientos para el ejercicio de derechos de los titulares.

Prohibiciones expresas:

  • No puede implementar directamente la normativa (eso corresponde al responsable o encargado del tratamiento).
  • No puede tomar decisiones sobre los fines del tratamiento.
  • No puede ser, simultáneamente, oficial de seguridad de la información ni de cumplimiento.
  • No puede recibir instrucciones del responsable o encargado respecto al ejercicio de sus funciones.

Relación con el Responsable y el Encargado del Tratamiento: Autonomía y límites

El DPD actúa como supervisor independiente, asesorando tanto al responsable como al encargado del tratamiento de datos, pero sin ejecutar directamente sus funciones.

  • El delegado no tendrá responsabilidad por las decisiones finales ejecutadas por parte del responsable o el encargado del tratamiento.
  • Debe tener contacto directo con los niveles más altos de decisión.
  • Goza de protección legal frente a represalias, lo que garantiza su independencia.

Las organizaciones deben implementar mecanismos para evaluar su desempeño de forma institucional, sin ejercer presión ni control jerárquico indebido.

¿Qué conflictos de interés deben evitarse?

El reglamento es claro: no pueden ser designados como DPD quienes:

  • Se desempeñen como oficiales de seguridad de la información o cumplimiento.
  • Sean apoderados especiales de responsables o encargados extranjeros.
  • Ostenten cargos del nivel jerárquico superior en el sector público.

Además, se debe evitar que el DPD:

  • Participe directamente en el tratamiento de datos.
  • Ejecute funciones que busquen proteger los intereses exclusivos de la organización.
  • Tenga poder de decisión sobre actividades internas de la empresa.

Antes de asumir el cargo, el DPD debe declarar cualquier conflicto de interés, y en caso de aparecer uno durante su ejercicio, este debe ser gestionado de inmediato.

¿Qué sectores están obligados a contratar un DPD en Ecuador?

Según el artículo 10 del nuevo reglamento, se establece la designación obligatoria de un DPD para organizaciones que, aunque no tengan fines de lucro, se dediquen habitualmente a actividades como:

  • Instituciones educativas (todos los niveles y modalidades).
  • Instituciones de educación superior.
  • Entidades que traten datos de menores de edad.
  • Sector financiero.
  • Sector asegurador.
  • Empresas de publicidad, marketing y prospección comercial.
  • Sistema de salud (salvo profesionales independientes).
  • Industria farmacéutica.
  • Seguridad privada y administración de conjuntos residenciales.
  • Sector deportivo profesional.
  • Gremios y colegios profesionales.
  • Telecomunicaciones.
  • Empresas que provean servicios de videovigilancia, geolocalización, TI o IA.
  • Concesionarias y alianzas público-privadas que suministren servicios públicos.

Este listado refleja la amplitud y sensibilidad del tratamiento de datos personales en sectores estratégicos del país.

El valor del DPD para la innovación, el cumplimiento y la ciberseguridad

Contar con un Delegado de Protección de Datos Personales además de ser una exigencia legal, sino una decisión inteligente de gestión empresarial. Sus aportes impactan directamente en tres frentes clave:

a. Cumplimiento normativo

El DPD vela por que la organización aplique correctamente la LOPDP, evitando sanciones administrativas, civiles o penales.

b. Innovación tecnológica responsable

Con la irrupción de tecnologías como la inteligencia artificial, el DPD se convierte en un facilitador de la innovación ética, asegurando que los datos se usen de manera segura y transparente.

c. Seguridad de la información

El DPD contribuye a identificar vulnerabilidades, establecer controles y promover una cultura de protección de datos dentro de la organización.

¿Las empresas ecuatorianas están listas para cumplir con el reglamento?

La figura del Delegado de Protección de Datos Personales se consolida como un actor estratégico dentro del ecosistema de privacidad en Ecuador que si se le da la autonomía exigida por la ley y el reglamento, el sector empresarial se vería beneficiada por el aporte de este rol en el desarrollo de una cultura de privacidad .

Esta figura además de velar por el cumplimiento de la ley, puede ser un aliado que ayude a promover buenas prácticas, proteger los derechos de los titulares de datos y mejora la reputación institucional.

¿Tu empresa está obligada a contar con un DPD? Si perteneces a alguno de los sectores mencionados, la respuesta es sí. Pero más allá de la obligación legal, contar con un delegado es una señal clara de responsabilidad, transparencia e innovación.

Alejandro Varas

Publicista que habla de protección de datos, negocios digitales y a veces hace stand-up comedy. Internet es mi cuarta pared.